Inició la pre-temporada de la NFL con el ya tradicional juego del Salón de la Fama entre los Dallas Cowboys y los Cincinnati Bengals que ahora cuentan entre sus filas no solo al twittero Chad Ochocinco , sino al siempre polémico y controversial (yo diría irreverente) receptor abierto Terrel l Owens. Sin duda será una dupla explosiva que dará mucho de qué hablar más por lo que vociferen fuera del emparrillado o en las teclas del Twitter que por las atrapadas de ovoide en la temporada regular, empezando por los zapatos dorados empleados por Ochocinco en las pocas jugadas que participó. Las acciones de los equipos titulares fueron cual vil embarrada de mayonesa en torta callejera, porque del lado de los Jerry Boys solo vimos medio cuarto a Tony Romo y sus titulares y del lado de los felinos naranjas fue más tiempo, sin que realmente hubiésemos visto algo espectacular, hasta el 4to cuarto solo 3 goles de campo habían puesto números en la pizarra y esto mediante una intercepción a los anaranjados que por cierto eran comandados por Jordan Palmer, hermano del QB titular Carlson, cuando vimos una anotación de 6 puntos de parte de los Cowboys y un espectacular regreso de los Bengals para dejar la mesa lista para la otra anotación. Y esto es normal, los equipos apenas empiezan a quitarse la modorra del “offseason” y los coaches están más interesados en ver a sus pupilos recién contratados para decidir a quién cortan y a quien no, que ver pirotécnica de sus titulares con riesgo de lesión. Lo más rescatable en mi opinión fue el pateador de despeje de los anaranjados que promedió 46 yardas por despeje.
Del mundo panbolero solo les puedo comentar que ya los equipos locales Ti-gue-res y Rayados nos dieron 90 minutos de futbol, pero no se vayan con la finta, simplemente nos completaron los 45 minutos restantes de cada juego de la semana pasada. A este ritmo nos van a quedar a deber muchos minutos.
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