La Alegría de la Victoria.

No hay nada como ganar, llegar a la meta anhelada. No hay nada como ¡Ser Campeón! y Los Rayados del Monterrey lo han logrado para la alegría de muchos y la tristeza y coraje de otros tantos. No es sencillo llegar a la liguilla y enfrentar a 3 equipos considerados todos favoritos como son América, Toluca y Cruz Azul y salir avante de sendos compromisos con un ingrediente adicional: Los seguidores de los Ti-Gue-Res enarbolando cuanta bandera pudieron tomar simplemente esperando el tropezón rayado y primero con el América se les oía decir por ahí, “…hasta aquí llegaron los rayadetes , la aduana del América no la pasan, en el Azteca los liquidan…” y nada, el domingo se les indigestó el pollo rostizado a los inchas felinos. Luego apareció el Toluca y vistiéndose de rojo y blanco los fans Ti-Gue-Res dijeron “…ahora sí se les apareció el chamuco rayadetes, con el diablo no podrán, es más los van a golear en la bombonera…” y nada, ¡Tóma tigre tu jaula de circo! Rayados congeló a los discípulos de Lucifer tanto en temperatura ambiental como en marcador con 2 goles. El diablo se fue herido y apagado. Finalmente no les quedó más remedio que enfundarse en los colores azul (deslavado) y blanco de la Máquina Celeste y tragar camote con el logo de la cementera enemiga, pero todo con el fin de zancadillar a los Rayados; el chiste era tener aunque sea en gloria ajena algo con que burlarse del acérrimo enemigo y casi les sale en el primer tiempo del juego de ida de la Gran Final, cuando al medio tiempo el Cruz Azul se alzó con un 3-1 que parecía definitivo y los seguidores Ti-Gue-Res se empezaban a relamer los trasquilados bigotillos, pero llegó el segundo tiempo y la contundencia rayada en las partes complementarias hizo retroceder a los tigrillos mordiendo el lápiz a más no poder y a todos los Rayados empezar a soñar con el título. Un gol de diferencia no era mucho, y los aficionados Ti-Gue-Res se colgaban de la pata de ese mosco diciendo: “… en el azul se los van a merendar, les va a caer como costal de cemento la derrota…” Llegó la final final y el tiempo transcurría y el gol azul no llegaba. Le rogaban a San Chiquidrácula que les hiciera el milagrito y las supuestas faltas necesarias nada más no se marcaban. En el segundo tiempo, los Rayados metieron segunda y tercera anotando un gol que complicaba a los de la máquina mientras los otros sacaban un lápiz nuevo porque ya se habían tragado varios. Llega el empate y creían ver luz al final del túnel pero Rayados supo salir adelante y corear: “Oe Oe Oe Campéon, Campeón” Ni modo titeretillos, disfruten el desfile del Monterrey Campeón.